En medio de un viaje por Europa junto a dos amigas, llegamos a Salzburgo. Esta ciudad es conocida principalmente por dos datos de interés. En primer lugar, es donde nació Wolfgang Amadeus Mozart, en 1756. Si bien en ese entonces su obra no fue muy apreciada, hoy se lo considera uno de los músicos más destacados de la historia. Por otro lado, Salzburgo también es donde se filmó La novicia rebelde, hace más de 50 años. La trama de la película está basada en hechos reales que le sucedieron a una familia que vivió allí y tuvo que exiliarse ante el avance de las tropas alemanas, poco antes de la Segunda Guerra Mundial.
Los paisajes que ofrece este lugar son increíbles. La ciudad de por sí es muy prolija, limpia y ordenada. Cuenta con varias fuentes y estatuas, y está llena de espacios verdes. El río Salzach la atraviesa por el medio. Si uno se aleja un poco del centro, puede encontrarse con algunos lagos, bosquecitos y parques llenos de tulipanes. Y si levanta la vista y mira al horizonte, podrá ver varias montañas con picos nevados y la fortaleza de Salzburgo, que es uno de los castillos mejor conservados de Europa central.
En esta ciudad hay muy buena calidad de vida. La gente se traslada principalmente caminando o en bicicleta. Hay mucho movimiento juvenil gracias a la presencia de varias universidades, y además cuenta con una importante oferta de actividades turísticas y culturales, en su mayoría vinculadas a la música.
La única mañana en la que estuvimos ahí, hicimos un tour en bicicleta por los lugares en los que se filmó La novicia rebelde. Nuestro guía ecuatoriano, Claudio, nos atrapó con sus relatos y nos contó todas las anécdotas referidas a la película. Además, como nos movíamos en bicicleta, pudimos alejarnos un poco del centro y llegar a lugares que de otra forma no hubiéramos conocido. Fue una linda experiencia, altamente recomendada.
Durante la tarde, paseamos por el centro, caminamos por sus calles y plazas, sacamos fotos y nos deleitamos con el paisaje. Descansamos un rato a orillas del río y seguimos andando.
Al día siguiente, nos fuimos de la ciudad para continuar viajando. Si bien es chiquita y se puede conocer bastante en una jornada, hubiera sido lindo quedarnos un día más para disfrutarla mejor.
Publicado en el suplemento Turismo del diario La Nación. 3 de enero de 2o16.